De la movida madrileña en la época post-Franco salieron muchos personajes por demás interesantes. De entre ellos surge Alberto García Alix, fotógrafo que con su cámara captó el hervor de toda esa juventud que, después de un periodo de gran represión, ahora salía a las calles cual ovejas descarriadas. Drogas, cuero, armas, rock’n’roll y mucho sexo son las constantes en su trabajo, donde hombres más bien jóvenes son retratados de forma desfachatada, cercana, violenta incluso.
Existen varios libros con su obra, la mayoría editados por La Fábrica. De ellos, el que considero imperdible lleva por título «No me sigas… Estoy Perdido». El libro está dividido en dos partes a manera de flip-book. El primer lado es totalmente en blanco y negro, en contraposición al segundo que es todo a color. Ambos lados muestran parte del trabajo que realizó en la década que va de 1976 a 1986, precisamente cuando la movida estaba a todo lo que daba.
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